FICHA TÉCNICA
T. ORIGINAL: Mr. Nobody
AÑO: 2009
NACIONALIDAD: Bélgica
DIRECTOR: Jaco Van Dormael
GUIÓN: Jaco Van Dormael
MUSICA:
REPARTO: Reparto: Sarah Polley, Rhys Ifans, Jared Leto, Diane Kruger, Juno Temple, Chiara Caselli, Serge Larivière, Linh Dan Pham, Nicholas Beveney, Laurent Capelluto, Toby Regbo, Daniel Mays, Ben Mansfield, Natasha Little, Clare Stone, Daniel Brochu, David Schaal, Thomas Byrne, Katharina Pejcic, Christelle Cornil, Carlo Mestroni, Tanya Trombetta, Jan Hammenecker, Anders Morris, Noa De Costanzo, Valentijn Dhaenens, Nenad Lucic, Virginie Bordes, Emily Tilson, Joel Cross, Pierre Chaves, Harold P. Manning, Alexander Türk, Sandrine Laroche, Didier De Neck, Aaron Landt, Valentina Dolla, Thamea Winterfeld
PRODUCTORA: Somebodies Productions
GENERO: Ciencia Ficción
WEB OFICIAL:
ARGUMENTO
Un hombre lleva una vida normal junto a su mujer y sus 3 hijos. Un día, da un salto en el tiempo y, como por arte de magia, se convierte en el hombre más viejo del mundo, en el año 2092. En un futuro donde nadie muere, se ha convertido en el único mortal. Ahora sólo quiere averiguar qué ha pasado, y recuperar su vida cotidiana junto a su mujer y sus hijos.
TRAILER
CRÍTICA
Para el que escribe estas líneas, la mejor película del festival de Sitges no fue la excelente Moon del debutante Duncan Jones, sino esta pequeña pero gran producción belga titulada Mr. Nobody, posiblemente una de las películas más memorables que nos haya dejado la edición del 2009.
Debo decir que vi la película sin conocer nada del argumento y solo teniendo constancia de su duración, nada menos que 137 minutos, pero debo añadir, que durante los créditos finales, una lágrima casi recorre mis sentidos al haber disfrutado como pocas veces con esta bellísima historia.
Historia cuyo argumento es difícil definir. Y es que Mr. Nobody es una película compleja, el argumento facilitado por la productora no hace verdadera justicia a lo que nos ofrece, porque es difícil discernir en qué consiste este puzzle donde viajes en el tiempo, realidades paralelas, fantasías futurísticas y amores imposibles se funden en uno solo para construir una hermosa apología sobre lo maravilloso que es vivir.
Me gustaría poder decir realmente de que va Mr. Nobody, pero Jaco Van Dormael, tal y como hicieron anteriormente Darren Aronofsky en la magistral The Fountain o Stanley Kubrick en 2001 deja esa decisión a elección del espectador, porque Mr. Nobody trata sobre lo que el espectador quiera que trate, de esta manera, nos podemos encontrar con una historia de ciencia ficción pura y dura, un drama romántico o una fantasía dentro de la mente del propio personaje, y en ello reside su grandeza, porque será el espectador quien elija el argumento de la película, algo difícil, valiente, atrevido, pretencioso dirán algunos, pero el realizador de obras como Toto El Héroe lo ejecuta de tal manera que no me queda otra que aplaudir su osadía y su brillante resolución.
Una resolución que está al alcance de pocos directores, con un presupuesto ciertamente holgado, pero del que sale más que airosamente en esta fábula digna del mejor cuento de hadas. Porque eso es Mr. Nobody, un cuento de hadas donde el espectador que se deja llevar, es encandilado a todos los niveles por la historia o historias del personaje interpretado por Jared Leto.
Un Jared Leto inconmensurable, un gran actor que siempre permanecerá a la sombra de otros más reconocidos, pero que demuestra una vez más, y van unas cuantas, que es uno de los mejores actores de su generación. A su lado, las bellísimas Diane Krueger y Sarah Polley, actriz esta última por la que siento una debilidad especial desde que la descubrí en Mi Vida Sin Mí de Isabel Coixet, vuelven a demostrar su categoría con papeles antagónicos, complicados, sensibles pero llenos de vida.
Sobre todo llenos de vida, como la película, porque cada una de las escenas que se nos pasan ante los ojos están cargadas de una vitalidad desbordante, nos sacan una pequeña sonrisa del rostro y nos recuerdan que estamos aquí para ser felices. Una felicidad que cada uno de los elementos en pantalla nos contagia y nos abraza. Y nos gustaría permanecer así largo tiempo, siendo tentados y acorralados por la satisfacción de haber asistido a una película única en su especie.
¿De qué va Mr. Nobody? que más da el argumento, lo importante es las sensaciones que impregna en el alma, y eso no tiene precio. Maravillosa, y con toda seguridad, una de las 10 mejores películas del año. Y un pequeño adelanto, se convertirá en una obra de culto y en un clásico con el tiempo, palabra, pocas películas nos dejan con un sabor de boca tan placentero y nos hacen salir del cine sabedores que no hemos visto una película más, sino una de esas películas que marcan el devenir de nuestras vidas. Un gran regalo de navidad anticipado.
Para el que escribe estas líneas, la mejor película del festival de Sitges no fue la excelente Moon del debutante Duncan Jones, sino esta pequeña pero gran producción belga titulada Mr. Nobody, posiblemente una de las películas más memorables que nos haya dejado la edición del 2009.
Debo decir que vi la película sin conocer nada del argumento y solo teniendo constancia de su duración, nada menos que 137 minutos, pero debo añadir, que durante los créditos finales, una lágrima casi recorre mis sentidos al haber disfrutado como pocas veces con esta bellísima historia.
Historia cuyo argumento es difícil definir. Y es que Mr. Nobody es una película compleja, el argumento facilitado por la productora no hace verdadera justicia a lo que nos ofrece, porque es difícil discernir en qué consiste este puzzle donde viajes en el tiempo, realidades paralelas, fantasías futurísticas y amores imposibles se funden en uno solo para construir una hermosa apología sobre lo maravilloso que es vivir.
Me gustaría poder decir realmente de que va Mr. Nobody, pero Jaco Van Dormael, tal y como hicieron anteriormente Darren Aronofsky en la magistral The Fountain o Stanley Kubrick en 2001 deja esa decisión a elección del espectador, porque Mr. Nobody trata sobre lo que el espectador quiera que trate, de esta manera, nos podemos encontrar con una historia de ciencia ficción pura y dura, un drama romántico o una fantasía dentro de la mente del propio personaje, y en ello reside su grandeza, porque será el espectador quien elija el argumento de la película, algo difícil, valiente, atrevido, pretencioso dirán algunos, pero el realizador de obras como Toto El Héroe lo ejecuta de tal manera que no me queda otra que aplaudir su osadía y su brillante resolución.
Una resolución que está al alcance de pocos directores, con un presupuesto ciertamente holgado, pero del que sale más que airosamente en esta fábula digna del mejor cuento de hadas. Porque eso es Mr. Nobody, un cuento de hadas donde el espectador que se deja llevar, es encandilado a todos los niveles por la historia o historias del personaje interpretado por Jared Leto.
Un Jared Leto inconmensurable, un gran actor que siempre permanecerá a la sombra de otros más reconocidos, pero que demuestra una vez más, y van unas cuantas, que es uno de los mejores actores de su generación. A su lado, las bellísimas Diane Krueger y Sarah Polley, actriz esta última por la que siento una debilidad especial desde que la descubrí en Mi Vida Sin Mí de Isabel Coixet, vuelven a demostrar su categoría con papeles antagónicos, complicados, sensibles pero llenos de vida.
Sobre todo llenos de vida, como la película, porque cada una de las escenas que se nos pasan ante los ojos están cargadas de una vitalidad desbordante, nos sacan una pequeña sonrisa del rostro y nos recuerdan que estamos aquí para ser felices. Una felicidad que cada uno de los elementos en pantalla nos contagia y nos abraza. Y nos gustaría permanecer así largo tiempo, siendo tentados y acorralados por la satisfacción de haber asistido a una película única en su especie.
¿De qué va Mr. Nobody? que más da el argumento, lo importante es las sensaciones que impregna en el alma, y eso no tiene precio. Maravillosa, y con toda seguridad, una de las 10 mejores películas del año. Y un pequeño adelanto, se convertirá en una obra de culto y en un clásico con el tiempo, palabra, pocas películas nos dejan con un sabor de boca tan placentero y nos hacen salir del cine sabedores que no hemos visto una película más, sino una de esas películas que marcan el devenir de nuestras vidas. Un gran regalo de navidad anticipado.