El octavo día del triunfante Cannes y los momentos emocionales van desde Jaco Van Dormael y el discapacitado actor Pascal Duquenne aún está en nuestros recuerdos y, sin embargo durante trece largos años no hemos tenido noticia de un cineasta, sin embargo, fue reconocido mundialmente como un pionero del cine europeo. Tomó siete años para superarse con Mr Nobody, un proyecto loco que se creó a través del productor Philippe Godeau. Sin embargo, pasaron muchos años para descubrir el resultado final de un largo proceso de maduración. Lo menos que podemos decir es que el juego valió la pena, incluso si los excesos de su ambicioso autor lo hace un monstruo del cine híbrido, tan esquivo como proteico.
Mezcla todos los géneros posibles, desde la comedia, el drama, el futurismo, Mr. Nobody es un trozo de película tan poco identificable, parece venir de todas partes y no llega a ningún lado. Totalmente desestabiliza la experiencia, es gratificante de algún modo. En primer lugar se caracteriza por durar dos horas y media, la mejor película de acción. Es particularmente fascinante por la riqueza increíble del laberinto sensorial visual, donde el espectador debe abandonar su punto de referencia tradicional, y así ser guiado por un demiurgo narrador. Entonces, la profusión de parcelas y caminos narrativos a su vez anémico, con autores tan complejos como el celoso Julio Medem (a menudo pensamos en los amantes del Círculo Polar Ártico), Claude Lelouch o Krzysztof Kieslowski (Tiene la posibilidad de ofrecerte un punto de partida similar). Decide su carácter para no hacer elecciones, el autor propone que sigas su vida de varias maneras, hasta el punto de no saber dónde se encuentra la verdadera identidad de este viejo intrigante. En la vida evocada y dramática del personaje siente momentos de euforia en cada elección, invariablemente termina con la muerte del protagonista principal como ya se veía venir. A pesar de muchos momentos dramáticos y conmovedores, la filosofía general de la película no invita a todos a reflexionar sobre lo que constituye la esencia de la existencia. El amor, la amistad y las relaciones familiares son objeto de la licitación y las secuencias sensual que perturba al más profundo.
A pesar de un aluvión de efectos estilísticos, el rendimiento de los actores no se ve afectado y muchos de ellos nos dan los beneficios de Niza. En la parte más deprimente, destaca Sarah Polley, cuando la joven pareja de adolescentes protagonizado por Toby Regbo Juno nos introduce en la frescura de un hijo con notable talento. A veces tiene un excesivo deseo de decirlo todo, los signos de un director con varios trabajos, facetas que sufrió controlando (algunas escenas repetidas son integradas como bonus tracks). En la declaración, explica Mr Nobody es un film de crecimiento descontrolado y desigual que tiene el mérito de permitirnos filmar muchas repeticiones. No se como decirlo, fueron muchas creaciones contemporáneas.
