Por: Bullettmedia
Jared Leto esta en el tercer piso de una escalera que conduce abajo y al fondo el área de un estudio de grabación. Él lleva puesto un uniforme que parece el de un lechero y un suéter con escote redondo hecho de Césped artifficial, con una muestra rudimentaria de tela parecida a una goma de plata. Un estilista y su ayudante, le alisan el cabello, mientras él está de pie, ligeramente aparte y sus peines obedientemente lejos de su lado para facilitar cualquier ajuste que ellos tengan que hacer, parece un niño que lleva un traje de esquiar. Cuando nos presentamos, él paro un momento, nos miramos a los ojos y se río fácilmente cuando le dije que se veía como si hubiera matado a Oscar el Grouch y que tenía la piel de un Muppet.
Entre cambios de equipo, Leto se desmaterializo durante un momento y reapareció con una bandeja de bombones Godiva, que él nos entrego al estilo de un camarero francés a cada uno en el espacio. Él recuerda nuestros nombres y es amable aun cuando él se sienta frágil. Él paso toda la noche anterior editando el vídeo de música del nuevo solo para su banda Thirty Seconds to Mars "Up In the Air," una amalgama que incluye imágenes contemporáneas de ocho minutos, pero no es limitado participan: Dita von Teese que monta un toro mecánico, tambores de Taiko en Pussy Riot balaclavas, el artista Maxwell con un soplete, una de las pinturas de Damien Hirst, la Gimnasta olímpico de los EE UU. Jordyn Wieber, y un deslumbramiento de cebras. Él toma unos minutos para explicarle al fotógrafo por qué le gusta la pared clasificada, el alquitrán y la instalación de medios de comunicación cubierta por plumas surtidas de Dan Colen que cuelga cerca de su máquina de palomitas de maíz. Cuando la gente lo dirige, él a veces busca la seguridad transmitiéndolo a su brazo u hombro transportando el acto correctamente a su audiencia. Si hubiera un cachorro alrededor, él probablemente sería muy agradable con el.
El punto: La explosión de pubertad que
viene de algún sitio profundamente en el corazón de mi hipotálamo por ver su
cara lisa, hermosa, agnóstica de gravedad, es claro que Jared Leto no es Jordan
Catalano. Hace casi 20 años que dieron a Leto su manual para romper con el
juego de Hollywood era malo y elegante con ese corte de modelo, el deseo
adolescente en la serie criminalmente efímera de televisión My so Called Life.
Y este fue un desacierto en su carrera
duradera, confusa era su primer actuación, fue memorable. De todos modos hay
una posibilidad bastante buena de que diga su nombre en voz alta a alguien que
respiraba el aire de 1994-1995, encontrando la respuesta, "Ah sí, el novio
de Angela Chase." La cadencia a la que se refiere Leto es normal cuando le
pedí que me mencione sobre como lo cambiaron los espectáculos, y él rápidamente
indica que My so Called Life sólo duró unos meses. "Ya sabes, yo era un
niño pobre," dice Leto de 41 años, que nació en Luisiana. "Salí a
California con unos cientos de dólares en mi mochila. Dormí en la playa, me
quede en un albergue en mi juventud. Yo era feliz pagando mi alquiler, le soy
sincero."
Aquí él hace una pausa durante mucho
tiempo.
"¿Cómo te explico? Los espectáculos
me enseñaron que lo imposible es posible." Como un actor dice "lo imposible es
posible," o, más tarde, reflexiona "es la salvación de la creatividad,"
los ojos de alguien comienzan a vidriar. Pero viniendo de él, hay una verdad
simple sobre esto.
En 48 horas, Leto se irá de Los Angeles a Europa para el estreno del
cuarto álbum de estudio LOVE LUST FAITH + DREAMS, de Thirty Seconds
to Mars, un equipo de rock de tres integrantes
dirigidos por Leto, con su hermano mayor Shannon leto en la batería y Tomo
Milicevic en la guitarra y el teclado.
LOVE LUST FAITH + DREAMS tiene otra
disquera ya que EMI les pegó en la mano con una demanda de 30 millones de $ en
2008 por fallar al entregar tres de cinco álbumes. "Después de que
nosotros habíamos vendido millones de registros en el mundo entero, nunca vimos
ni un penique, pero aprendimos que nosotros debíamos millones de dólares,"
dijo Leto con mucha razón al cortar lazos con su sello disquero. Después de 200
días de discusión, la banda y el sello disquero llegaron a un acuerdo, y Leto
sublimó su angustia con la liberación de This is War del 2009 y el documental Artifact, que Leto dirigio
bajo el seudónimo de Bartolomeo Cubbins. La película es la crónica de la
algarabía de EMI, y ganaron un punto en el codiciado Festival Internacional
cinematográfico en Toronto, donde ganaron el Premio Selecto como el Documental
De la gente 2012.
Pero la crítica rodea a la banda: la voz de la B.B.C. llamo al álbum
This is War de Leto “descriptible"
y a su lírica "trillada", mientras la Prensa Alternativa lo aclamó
como "un triunfo artístico." La inclinación, mientras tanto, concedió
que el álbum fue "un hecho útil por su talento para el teatro
pulido." Añadiendo a esto el escepticismo de kneejerk que dijo que viene de cualquier actor que asume la capa de
músico y lo empareja con escalar el Monte Everest. A pesar de esto - o quizás
debido a ello Thirty Seconds
To Mars es una empresa
ridículamente acertada, y lleva en su espalda su legitimidad: una década de
turismo provechoso, un puñado de éxitos, 10 millones de álbumes vendidos, y un MTV
Video Music Awards.
El 2011, la banda gano un Guinness World Record después de dar 311 presentaciones en poco más
de dos años - la gira de conciertos más larga de un conjunto de rock. "Soy
solamente un movimiento tieso, para confesarte," dice él. "No me tuesto
en la gloria por el acceso al espacio, sobre el cual yo podría hacerlos mierda."
Nada es ambivalente si son los admiradores de Thirty Seconds To Mars, se llaman Echelon, lo escuchas, es la sexta pista del álbum de estreno
autotitulado de la banda. En marzo, un admirador en particular reaccionario
según se dice envió un oído cortado humano a Leto con una nota que decía, “¿me escuchas?
" Aunque ciertos detectives De Internet demanden esto es una broma pesada,
había una fotografía que podía ver que esto era confiable en la cuenta de
Instagram de Leto (desde entonces a sido suprimido) con un agujero en la cima
de modo que él podía llevarlo alrededor de su cuello con una cuerda si lo deseaba.
Le pregunte si me lo podía mostrar. "Está en el depósito," dijo él.
Prometo no decirles donde esta. "No creo que siga bien. Además, tengo
cosas de forastero. Como los frascos de sangre. Tengo artículos muy caros -
como libros muy raros coleccionables hechos de metal." Pero nada de eso
empareja al grotesco oído cortado. "Es cierto," admite él.
"Aquellas cosas estimulan son graciosos y extraños, pero la gente hace
muchas cosas creativas, como fotos o dibujos. El arte es enorme para Thirty Seconds To Mars. Algunas personas tienen muchachas que gritan, pero nosotros tenemos
gente que trae pedazos de arte a un espectáculo o alguien que quiere volver a
su hotel de noche."
Fotografía por VENADO DE ERIK Y TATIANA LESHKINA, Estilización por KATIE
BURNETT