Por: LA Times
METAIRIE, La. - En el verano de 1992, un
aspirador a cineasta llamado Craig Borten que fue expulsado de Los Angeles a
Dallas para ver a un hombre llamado Ron Woodroof. Borten estuvo solamente unos
años en la Universidad Syracuse y no sabía que tipo de películas quería hacer,
o si querían participar en el.
Pero él había leído sobre Woodroof, una
vida rápida - y, como pasó a ser profundamente homofóbico – fue diagnosticado
con SIDA en 1986. Primero su instinto de conservación y luego una cruzada de
mala voluntad, Woodroof comenzó a pasar por contrabando medicinas desaprobadas en
México y otros países, prolongando su vida y la vida de unos miles de otros. El
pensamiento de Borten era que podía hacer una película de su historia.
Durante casi tres días, el enfermo Woodroof
habló con Borten. El supuesto cineasta quedo asombrado por como un ordinario y
auto implicado homofóbico podría convertirse en héroe involuntario en los
aterradores días, con la epidemia del SIDA. "Él tenia un carácter
enigmático: con un sombrero de vaquero, increíblemente atraído por las mujeres,
con medicinas para el SIDA," más tarde recordaría Borten. "Me acuerdo
pensaba 'es más grande que la vida misma.'"
Woodroof murió meses más tarde a principios
de los años 40. Un poco después, Borten completó una escritura sobre él y su
desacatar al establecimiento médico, fue un desajuste al mundo de los
hospitales, la comunidad se alegro y el rodeo de Texas.
Él lo llamó "The
Dallas Buyers Club," después de que el toque
Woodroof corrió en las farmacias.
El destello se ilumina cuando un día frío de
diciembre en el suburbio desaliñado de Nueva Orleans, una escena surrealista se
reveló. Se muestra la clase obrera - bebiendo en un agujero, esta el actor Matthew McConaughey - con bigote pesando apenas 130 libras – esta en una barra
enohado por que había sido engañado de una manera ostentosa. Delante de él frascos
falsos con píldoras. El músico - actor Jared Leto – con una falda, depilado y
con bastante rímel como para ahogar a un elefante - bailando cerca, rodeado por
unas docenas de suplementos masculinos. Los signos de apoyo prometieron a "los
hombres más calientes y las cervezas más frías de Dallas."