Por: Filmschoolrejects.com
Buscamos que Matthew McConaughey se establezca como uno de los actores más finos, más comprometidos de su
generación (post pirita, desde luego) sigue Dallas Buyers Club. La estrella McConaughey se
basa en el personaje de Jean-Marc
Vallee. McConaughey interpreta a Ron Woodroof, un tejano con un buen gusto hacia
las mujeres, el rodeo, en sus buenos tiempos, y las medicinas intravenosas.
Cuando su modo de vivir de fiesta en fiesta de Ron le causa el diagnóstico de VIH
positivo, muy inesperado para el, cambio su vida completamente (y de algún modo
muy sorprendentes, y tan fiable como puede sonar).
En los
años ochenta, era el tiempo donde las ideas falsas se publicaban y había bastante
malentendido sobre el SIDA, el VIH, y las víctimas corrían desenfrenadas, Woodroof
tenia una labor con Dallas
Buyers Club, un héroe al principio
inagradable e improbable, es un protagonista vigoroso y valiente. McConaughey
no retrocedió y aprovecho los rasgos menos atractivos de Ron - un mujeriego, un
drogadicto, y obstinado al grado más alto, el diagnóstico de Ron llego con el
sentido de la inevitabilidad. Él fue imprudente con su vida y cuerpo, que
finalmente lo pago del modo más largo posible. Al principio considero sus treinta
días de vida, La obstinación empedernida
de Ron y el rencor profundo por esa situación aparentemente lo mantuvieron con
vida, sobre todo después de que sus medicinas ilegales lo secaban.
Tarde o
temprano las circunstancias y la injusticia del sistema de medicamentos por así
decirlas "legales", hace que esquiva los consejos de sus dos doctores
(Denis
O’Hare y Jennifer
Garner, un papel que podría haber
sido para una actriz más convincente), se marcha a México para encontrar algunas
medicinas, y vuelve meses más tarde, con la intención de emprender un club de
compradores dedicados al suministro de medicinas prohibidas (y vitaminas y
minerales) solo a un grupo de miembros.
Estamos en la segunda mitad, de Dallas Buyers Club como realmente paso, la película realmente comienza a
recoger, y muestra a Ron con los cambios que provoca el SIDA, y el deseo
personal en un potencial cruzado con lo público.
Craig
Morten y Melissa
Wallack quienes escribieron la
película, son quizá uno de los elementos menos simpáticos por que esta película
parece que esta diseñada para contratar a su audiencia. La vida de Woodroof no
tiene mucho detalle, y no muestran las implicaciones o la batalla que tarde o
temprano afronta con el FDA, el peso o contexto de Woodroof con su club de
compradores (y otros como el, pronto nos enteramos de otros clubs en la Ciudad
de Nueva York y Miami) seguramente tenía una señal indeleble para el
tratamiento del SIDA y los procedimientos legales para tratamientos
alternativos, pero esto es mostrado sin mucho cuidado o claridad.
Por suerte, la
película trabaja de otra manera, Valle destaca dos representantes
excepcionales. Por un lado McConaughey que se une a Woodroof, y lo que continúa
es sumergirse precipitadamente en un trabajo inesperado y desafiante. Dallas
Buyers Club no puede ser lo mejor de su carrera, pero
es sólo porque el actor se desarrolla en un paso tan increíble que es fácil
imaginarse que su trabajo más fino aún se viene. El verdadero standout de Dallas
Buyers Club, sin embargo, Ron lo muestra con Jared Leto que es la parte
femenina, es la socia de negocia llamada Rayón, Leto no esta excepto de remachar. Es imposible quitar los
ojos de él, desde su primer aspecto con una inclinación curiosa y astuta
delante de una cama de hospital hasta sus escenas finales donde te perforan visceralmente
con una emoción pura. La película marca la vuelta del actor a la pantalla
grande después de cuatro años, por perseguir sus esfuerzos musicales, y él le
dio el mismo nivel de intensidad y pasión que el papel que él antes expuso en Requiem
for a Dream.
Dallas Buyers Club vive y muere en virtud de sus dos representantes, por que es un apareamiento sólido tanto de buena
suerte como de talento puro que McConaughey y Leto emprendieron en una película
que no requiere nada menos.
La Parte
que superaron: La mejor interpretación de Jared Leto en toda su carrera, otra
vuelta sólida para Matthew McConaughey, y una total producción bruscamente
diseñada y dirigida por Vallee.
El
Inconveniente: Un arranque muy lento, a la película le falta bastante (tanto en
términos de narrativa como emocional) durante el final, retrata una vista quizás estrecha de la historia, y no
completa los detalles necesarios sobre el número de caracteres principales.
Lo que
dejaron de Lado: McConaughey perdió treinta y ocho libras para su papel,
mientras que Leto perdió treinta.
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